Usted
no me quiere,
¡eso
es cierto!
sé
que usted…
¡
me quiere!
sucede
que…
tiene
miedo, no quiere usar el corazón…
tiene
miedo, en convertirse la mujer de mi
vida…
de
qué sirve no querer,
si
al tener vacío el corazón se congela,
si
de tanto querer el corazón se cansa
y
nada tiene de malo que el corazón quiera amar
lo
malo es el orgullo que no la deja quererme,
y
nada tiene de malo…
que
se rompa mi corazón de tanto amarla.
Henry
Benedicto Zuñiga Caal
Petén
Guatemala
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