Me senté
a ver los rostros de la gente […]
cada cual con su
diferencia,
unos vienen […]
otros van[…]
a mi edad, estoy
acostumbrado
a ver tanta
indiferencia,
a tanta
delincuencia
hemos perdido […]
nos han robado […]
el alma y hasta
el aliento,
¡cuantos rostros!
todos diferentes
¡cuantos
pensamientos!
todos fugaces,
inconscientemente
nos han robado […]
hasta las ganas
de vivir,
oscureció, cantaron las aves,
los grillos iniciaron el concierto
a lo lejos, alguien va o viene
a lo lejos, se escuchan voces
de seres gritando libertad[…]
Henry Benedicto Zuñiga Caal
Petén-Guatemala
21-03-18