jueves, 1 de diciembre de 2016

El destino o nosotros […]

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Hola,  sabes, estoy una vez  más sentado, eh alzado los brazos y eh querido sentir la briza, acariciar mi piel, por cierto los días ya no son iguales desde que tu partiste, he escrito algunos versos, te eh llorado  algunas noches y te eh extrañado casi todo el tiempo, el propósito de mi vida creo que aún no se cumple, desde que te conocí creí que mi propósito era acompañarte durante este largo camino llamado vida, supuse en un momento que envejecería a tu lado.

Que tendría la dicha de abrazarte, caminar juntos, por las noches sentarnos en algún lugar y ver las estrellas, siempre en mi mundo imaginario me veía cocinando para ti, en mismo mundo imaginario  donde la vida es solo un sueño contigo desfrutaba un café, un libro, recitaba unos versos a tu oído, sonreías y me abrazabas, tu tierna voz pronunciaba con suave timbre  angelical a mi oído te amo.
Mis brazos se arqueaban a su cintura, y mis labios a los tuyos, el viento movía tu cabello liso y sedoso, sus ojos color café brillaban, tu corazón y el mío a un solo ritmo.
sabe con el transcurso del tiempo, uno aprende a lidiar con la cabeza, corazón  y el cerebro, lo único que sé es que uno comprende y aprende a aceptar el mundo como es y en cada estadio que pasa, uno se da cuenta de que la vida continua y todo lo que llega a la vida de uno mismo es una bendición, y lo que se va de la vida de uno mismo es porque no es de uno, hay momentos que me eh aferrado a esperarte, a creer que estarás siempre para mí, pero creo que nadie tiene derecho a privar  a alguien de amar, volar, si fui capaz de soltarle las alas y hacerle ver que con amor las cosas cobran sentido, soy de esos hombres que nunca cortan las alas, cuando el sueño está más allá de vivir en mis nidos, más bien en el caminar de este largo e infinito camino llamado vida me ha tocado ayudar a crezcan sus alas y dejarla volar, si su felicidad no está conmigo.

No quise perderte, el destino o nosotros quisimos que esto terminara.

Henry B. Zuñiga Caal

sábado, 5 de noviembre de 2016

Usted puede contar conmigo





Infinidad de veces he pronunciado,
con toda sinceridad,
que usted puede contar conmigo,
no una, sino dos, tres… mil veces más…
cuando necesite un abrazo,
cuando se sienta sola
cuando me extrañe
quizá en futuro nos veremos
nos veremos de lejos
seremos de brazos distintos
pero compartiremos el mismo recuerdo
usted puede contar conmigo…
no una, sino dos, tres… mil veces más…


Henry B. Zuñiga Caal
Petén Guatemala
©Derechos reservados

jueves, 3 de noviembre de 2016

Amor en secreto





Le llamo y  no contesta,
a solas grito su nombre,
la busco y no está,
le escribo, seguro estoy  que ella lee mis poemas
respuesta alguna no hay…

Perfecta mía,
amor mío,
esperanza mía,
usted es la musa de mis versos,
muchachita, usted es mi fantasma
pienso en usted cada noche
la busco y usted no está.

¡No sé por qué calla!
sus ojos me dicen a gritos que usted me ama
su mirada la delata,
su hermosa sonrisa,
preciosa mía,
la veo tan lejos y la siento muy cerca,
la siento tan mía,
¡oh amada!
el perfume suyo es tan agradable
como el roció
sus labios como frutas
me parece mentira
que no pueda el néctar
de sus labios probar

Henry B. Zuñiga Caal
04-11-2016 
©Derechos reservados

sábado, 29 de octubre de 2016

¡Llorar!


Estos son quizá los últimos versos que le escriba:
si, son los versos de nuestro amor,
quisiera decirle…
que sin ella el dolor es más agudo,
si, el dolor es más agudo, perenne e infinito
lágrima, tras lágrima nacían del lago de mi rostro
te juro por mi vida; que jamás te volver a buscar,
con la mirada alzada
y el corazón herido; juro, jamás volver a llorar por ti,

¡Llorar por ti!
escribiré nuevos versos,
nuevas rimas,
estos versos nunca hablaran más de ti,
tú eres ya mi pasado,
estos son quizá los últimos versos que le escriba:
ame sus defectos
también su belleza infinita…
disfrute sus besos, su mirada
con mi alma acariciaba sus espesas pestañas
le decía te amo con un beso en la frente,
no estoy recordando para mi…
sino, haciendo mención, del amor que sentí por ti…
¡Llorar por ti!
eso jamás volverá a pasar…
Henry B. Zuñiga Caal

miércoles, 26 de octubre de 2016

Conquista





Amar debe ser natural,
lleno de risas y locuras,
estar enamorado
es querer atrapar las mariposas dentro de uno,
no porque hacen sentir cosas gratas
sino que esas ya están muertas
por un amor pasado,
amar y estar enamorado
es iniciar de nuevo,
y atrapar juntos nuevas mariposas.


Henry Benedicto Zuñiga Caal
Petén Guatemala
©Derechos reservados

Tú mirada no miente






A la distancia…
El día y la noche…
la soledad y la compañía
el amor y sus mentiras,
un farol llena de luz el alma de otros
los demonios deambulan por mis pensamientos
no puedo ser inmune a la distancia,
                                      al amor.

Querer pensar que estas,
cuando en realidad no estas,
no quiero depender de un sueño,
quiero vivir para ti,
¡eres orgullosa!…

No sirve de nada que  niegues a cada instante
que mis besos provocan el  deslave de tu volcán…
sigue negando mi amor…

Llegaran las tardes y desearas
como yo deseo en este instante
sentir tu respirar junto al mío,
no digas nada,
solo deja que mis manos,
recorran las líneas de tu figura…

Deja que mis besos despierten en ti
 lo que tú tratas de ocultar,
no me mientas,
no me digas que todo está bien
tus ojos, tu mirada, tu sonrisa
delatan que tu aún me amas
ya no niegues este amor
hace tiempos tenía miedo
a perder lo que más amaba
ahora que te he perdido
ya no tengo miedo
a gritar que te perdí por cobarde
creía en un misterio
en una religión
a la distancia,
el día y la noche…

La soledad y la compañía
el amor y sus mentiras
un farol llena de luz el alma de otros
los demonios deambulan por mis pensamientos
no puedo ser inmune a la distancia
al amor,
querer pensar que estas,
cuando en realidad no estas,

No continúes con esta mentira
me duele decir que todo va bien
cuando tú sabes que desde el día
que me dijiste; eras el amor de mi vida
ese día deje de ser el hombre culto,
que creía en misterios religiosos
ese tipo soy yo,
el que te acompañaba a ver las estrellas
aunque tú estuvieras en tú ventana
y yo en la mía,
no mientas,
tú mirada, tú sonrisa
esa manía tan femenina y suya
mi amor,
me dice a gritos que guardas un secreto
del porque nuestro amor no pudo ser,
seré yo,
será la religión,
será tú familia,
seré yo,
el hombre que te ama
con los ojos cerrados
con el alma,
rindiéndose cada día
a los gritos de su mirada.


Henry Benedicto Zuñiga Caal
Petén Guatemala
©Derechos reservados

Miedo

 Sentí deseo de buscarte y a la vez miedo de que no sea cierto... Que tú estés en alguna parte esperándome. Miedo a que solo yo esté buscánd...